Reunimos a los alumnos de 1º y 2º de Educación Primaria, para asistir a una experiencia sobre la salud bucal y cómo utilizar los diversos utensilios de su limpieza de forma adecuada. Una madre de 2º, dentista, vino a la clase para enseñarnos hábitos saludables.
Carmen, la madre ponente, comenzó haciendo preguntas sobre su trabajo, así como sobre los hábitos de higiene bucal que tenían los alumnos, para involucrarlos y atraerlos hacia el tema, además de descubrir los conocimientos previos que tenían.
A continuación, practicaron las ventajas de tener una buena higiene, demostrando la importancia de un buen cepillado diario. Les preguntó sobre la forma en que llevaban a cabo su limpieza bucal, para comprobarlo llevó a cabo un experimento. Sacó a varios alumnos y les vertió un líquido llamado “Revelador de la placa”, que ponía los dientes rosas, dónde había restos de comida.
La profesional de este ámbito mostró diversos dientes, donde encontramos unos sanos y otros con caries u otros problemas. Durante la explicación una niña plantea: “¿Tenemos los mismos dientes los adultos que los niños?” y la dentista diseña un problema matemático para la resolución de esta pregunta. Mientras planteaba el problema explicó, que los dentistas dividen la boca en cuatro partes, ya que cada parte es simétrica de la otra. A esto añadió que los alumnos tenían cuatro partes de cinco dientes, y los adultos tenían cuatro partes de ocho dientes. De esta forma los alumnos mediante sencillas operaciones conocieron la diferencia de dientes entre un adulto y un niño.
Para finalizar la sesión, la dentista realizó un experimento, que ahora los alumnos tienen que observar diariamente. Este experimento consistió en introducir en un frasco un diente con Coca-Cola y en otro un diente con agua. De esta manera también demuestra la importancia de la buena alimentación para mantener los dientes sanos.
Como conclusión y punto final, resumimos la sesión con esta frase elaborada entre todos los alumnos:
“Dientes sanos, sonrisas alegres”.
